CREPÚSCULO ATARDECIDO
Saady Alberto Mirabal B.
Las ternuras y los besos se esfumaron,
al marcharte de mi lado sin permiso.
La voluntad de Dios fue la que quiso
llevarse los amores que me amaron.
Mi alegría se ha quedado en el pasado,
al decretar el cielo, embargo y decomiso,
expropiándome la felicidad del paraíso
dejándome vacío, sin amor y liquidado.
Dolido, el cielo envía caricias de mañana,
cegándome con rayos de sol al mediodía.
El alucinado amor que diariamente te ansía,
es espejismo de luz, de tu presencia lejana.
Tu recuerdo, crepúsculo atardecido del ocaso,
matizado cielo rojo, albores de nube escarlata.
Brasa y ceniza en tizón, extinto calor de fogata,
topia inútil de fogón, soñado calor de tus brazos.
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