Héroes // Dulce María Tosta
Una vez más, Venezuela se nos llenó de héroes. La larga lista de muchachos que liberó a media América durante el azaroso siglo XIX, parece no haber terminado. Los de hoy no son menos meritorios que los generales de ayer, a pesar de no mostrar vistosas casacas o brillantes botas, ni tener la oportunidad de posar para que el pincel del artista inmortalizara su grandeza.
Los de hoy son muchachos con escudos de latón y corazón de acero, capaces de enfrentar arrogantes al robocop de la Guardia Nacional, al policía ladrón y al colectivo homicida. La magia digital nos ha permitido verlos en acción y arrobar al mundo entero con su valor e intrepidez, pues desde tierras lejanas les llegan mensajes laudatorios, consejos acertados y ovaciones sonoras. Gracias a ellos, Venezuela, como hace dos siglos, ha incitado la mirada del mundo.
Llegará el momento en que todas estas heroicidades serán historia, mas como dijera Thomas Jefferson «me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado». Por tanto, vamos a ello:
Constituyente // Dulce María Tosta
Una grave amenaza, quizás la más grave de todas las recientes, se cierne sobre Venezuela. Nicolás Maduro concurrió ayer (3/5/2017) al Consejo Nacional Electoral como convocante de una Asamblea Constituyente, previamente invocada mediante el Decreto 2.830 de fecha 1° de mayo (Gaceta Oficial N° 6.295 Extraordinario, de igual fecha).
Esta jugada política, que en criollo podríamos llamar «huida hacia adelante», tomó por sorpresa al mundo político y a una parte del académico que, aturdidos por el mazazo y ahogados por la lluvia de estrellas que les produjo, no percibieron, en primera instancia, que la convocatoria presidencial es contraria al texto constitucional y, por ende, nula de nulidad absoluta.
En la calle priva la idea de que este gobierno se está cayendo; que ni éste ni ningún otro es capaz de resistir indefinidamente el rechazo militante de un pueblo que le perdió el respeto y que está convencido de que la corrupción e ineptitud de los gobernantes son las causas de que seamos el país más arruinado de Latinoamérica, con pretensiones de serlo del mundo.