Evidencias // Dulce María Tosta
«Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza»
Simón Bolívar
En una oportunidad oí a Er Conde del Guácharo decir algo parecido a esto: A mí no me arrecha cuando creen que uno es pendejo; lo que me arrecha es cuando están seguros. Este recuerdo se disparó cuando escuché a Chúo Torrealba y a otros «opositores» tratando de explicar el secretismo de las reuniones entre el régimen y el G4 de la MUD, calificándolas como prediálogo, neologismo que da cabida a otros como pretraición, preengaño y prefalsedad.
Desde hace bastante tiempo hemos observado extrañas conductas de la MUD y, sobre todo, su paciente y silente aceptación de las imposiciones inconstitucionales e ilegales de un régimen manifiestamente decidido a perpetuarse en el poder a la usanza cubana. La MUD ha utilizado el antichavismo como mercancía de su propiedad, altamente cotizada en el mercado electoral y por cuyo apaciguamiento el régimen estaría dispuesto a pagar caro; eso lo saben los miembros del G4, como saben también que sin chavismo no hay futuro para ellos, pues quedarían como anaquel de supermercado venezolano.
Según fuentes serias que merecen nuestra confianza, la MUD no se reúne desde enero; las decisiones son tomadas por el G4 y los demás partidos se enteran
Mercaderes // Dulce María Tosta
En más de una oportunidad, hemos oído a dirigentes políticos pidiendo paciencia a los venezolanos y tratando de convertirse en administradores de nuestro tiempo y de nuestro futuro, en negociadores de la voluntad popular y en rectores de las acciones dirigidas a la recuperación de la libertad perdida.
La característica conductual más notoria de esos dirigentes es la audacia. Son capaces de proponer cualquier dislate, si con él logran objetivos provechosos para sus personas o para los grupos a los que pertenecen, importándoles poco alargar la tragedia que sufre la Nación. Así, nos encontramos con la inmensa movilización cívica del 1° de septiembre; poco antes, decidieron ponerle horas de inicio y final, cual verbena de colegio, mientras el régimen, violando preceptos básicos de la Constitución, hacía lo indecible para impedir la Toma de Caracas.
Desde hace bastante tiempo la gente percibe al régimen y a la MUD como un par de expertos bailarines de tango, dando atrevidos pasos al son de la música y de una letra no escrita en el lunfardo rioplatense, sino en el más genuino argot habanero, pues flota en el ambiente del ciudadano común que hay acuerdos escondidos entre quienes gobiernan con actitud cuartelaría y quienes dicen oponerse con palabras, pero no con hechos, con marchas y cacerolazos inocuos, más importantes para los asuntos de la psiquis que de la política.