Sospechas // Dulce María Tosta
Un vaho de sospecha, desconfianza e incredulidad recorre el País. El comportamiento de los principales factores políticos de la llamada «oposición» no termina de convencer y el ciudadano común percibe que a sus espaldas se hacen acuerdos y se transan negocios donde la mercancía somos nosotros, nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos.
Los acuerdos entre la «oposición» y el régimen son de vieja data. Para no hacer el cuento demasiado largo, empecemos con el referendo constitucional acaecido el 2 de diciembre de 2007, que, según el CNE perdió Chávez 49,29 a 50,7% para el Bloque A y 48,94 a 51,05% para el Bloque B, es decir, por 1.41% para el Bloque A y por 2,17% para el B. Tales resultados y tan pequeñas diferencias no serían de extrañar en una democracia real como la norteamericana, donde –por ejemplo– el vicepresidente en funciones Al Gore, reconoce un ajustado triunfo en Florida del opositor George W. Busch, con lo cual admite su derrota en la justa presidencial del año 2000.
En la quincena precedente a ese referendo, las encuestadoras más importantes (Datos, Keller, Datanálisis, Interlaces y Mercanálisis) pronostican un triunfo del NO con diferencia superior al 10%, destacándose las dos últimas (Hinterlaces y Mercanálisis) publicadas el 27 y 29 de noviembre, respectivamente, que arrojan una diferencia de 21% (58 a 37%, ambas).